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Costes de la no calidad

Le ayudaremos a realizar una estimación de la magnitud de los costes de no calidad en su organización y a reducirlos.

Si somos capaces de mejorar la calidad, simultáneamente disminuirán los costes de la no calidad. La diferencia entre el punto de partida de los costes de no calidad (> 30% presupuesto) y el óptimo (en torno al 5%) es un margen del 25% del presupuesto en que se pueden ver mejorados los resultados.

 

 

 

Invertir en calidad es muy rentable. Se ha de tener muy presente que los costes de calidad están ahí, existen en todas las empresas y organizaciones. Están incluidos en nuestros presupuestos, en nuestras cuentas de resultados, solo falta saber descubrirlos y, lo más importante, ser capaces de eliminarlos.

Berwick, Blanton y Roessner (1991) estiman que el coste de la no calidad (CNC) podría aproximarse al 40 ó 50% de la factura sanitaria. La directora general de la O.M.S. explicaba en 2011 que la ineficiencia de los sistemas sanitarios podría situarse entre el 20 y el 40%. A nivel de hospitales los CNC pueden llegar a superar el 30% del presupuesto.

Una idea muy arraigada en sanidad es que para mejorar la calidad se han de incrementar los costes. Este ha sido uno de los mitos gerenciales más perjudiciales del pasado. Es rotundamente falso, lo que cuesta es trabajar sin calidad, hacer las cosas mal, cometer errores, repetir servicios… La buena calidad significa buena utilización de recursos -equipos, materiales, información y recursos humanos sobre todo- y consiguientemente supone costes más bajos y productividad más elevada.

Mejorar calidad y reducir costes son objetivos complementarios, no objetivos opuestos como erróneamente se pensaba. El profesor Donabedian escribía: “nuestros dos objetivos (calidad y costes) tienen que ser perseguidos con una comprensión de la relación existente entre ellos.” Esto nos permite proponer estrategias para la mejora de la calidad que nos ayudan a reducir los costes de no calidad, costes improductivos y ser más eficientes. Si queremos obtener mejores resultados tendremos que cambiar la forma de hacer las cosas.

Según los expertos los programas de calidad son muy rentables. La mejora de la calidad es para Rosander “la forma más fácil, más económica y poderosa de ahorrar dinero recortando costos. Todo lo que se requiere es un nuevo conocimiento. No hay necesidad de gastar grandes cantidades de inversión en un equipo nuevo, maquinaria y procesos, o en gastos adicionales de operación.”

La apuesta por la calidad ha de ser el propulsor de la transformación que necesitan las organizaciones sanitarias  para ser más competitivas y sostenibles. La mejora de la calidad nos permite reducir los costes de no calidad, costes improductivos y ser más eficientes.


Clasificación de los costes relacionados con la calidad

Las estrategias de reducción de costes de no calidad se focalizan en la prevención y la evaluación, prioritariamente en prevención, que nos permiten mejorar la calidad y disminuir el coste de los errores y los costes de oportunidad.

 
     
   
 
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